viernes, 15 de agosto de 2014

Se busca gente...

La búsqueda de una humanidad auténtica aparece ya en los escritos de Diógenes (allá por el siglo III a.C.) y continúa hasta hoy.

Ser auténtico o vivir con autenticidad requiere un compromiso personal exigente con valores trascendentes, como solidaridad, no violencia, servicio, honestidad, disponibilidad,... que no todos están dispuestos a realizar. 
Es más fácil dejarse llevar por el ambiente, por el entorno,... con los resultados que vemos a nuestro alrededor en las sociedades llamadas 'avanzadas'.

El texto que comparto esta semana hace referencia a la búsqueda de esas personas para las que el 'otro' es más importante que uno mismo, la generosidad más que el egoísmo, la paz más que la violencia.

Y nos recuerda cosas importantes para ser de verdad auténticos. Aquí va a continuación Se busca gente...

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Se busca gente...




Gente que saque a pasear a sus niños con el mismo entusiasmo que saca a pasear a sus perros.

Gente que les hable a sus vecinos como le habla a sus plantas diariamente.

Gente que le sonría a los demás como le sonríe todas las noches al televisor.

Gente que dispense tanta atención a los que los rodean como hace con su computadora.



Gente que esboce una sonrisa cuando mira.

Gente que salude cuando alguien se aproxima.


Gente que escuche la naturaleza como si intentara escucharse a sí mismo.


Gente que adore, mime y cuide a su familia como adora, mima y cuida a su auto, sus aparatos eléctricos o sus mascotas.

Gente que esté siempre dispuesta a colaborar como siempre está dispuesta a contestar su móvil.

Gente que cuando se mire en el espejo, mire más allá y se mire el alma, no el armario que lleva encima.


Gente que cuando hable, proponga, no que disponga ni sea conflictivo.

Gente que sepa ser agradecida con Dios, con la vida, con la Naturaleza, con los demás.


sábado, 9 de agosto de 2014

Los hábitos de la gente feliz

Una de las aspiraciones más universales y actuales es la búsqueda de la felicidad: todos queremos ser felices. ¿Pero cómo lograrlo?

Si miramos a nuestro alrededor seguro que encontramos personas que, a pesar de adversidades, dificultades, complicaciones,..., lo saben sobrellevar con un ánimo admirable que nos llama la atención.

Comparto esta semana un artículo que me han enviado sobre los hábitos que la gente feliz suele desarrollar en su rutina diaria y que me ha parecido muy interesante. 

Aquí va un resumen del Los hábitos de la gente feliz. ¿Se podría añadir alguno más? ¡Espero que os sirva para ser un poco más felices cada día!
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Los hábitos de la gente feliz

1. Apreciar la vida.
Agradecer estar vivos cada mañana es un hábito de las personas felices. Se enfocan en las maravillas de la vida. Saben “sacar el jugo” a cada momento.

2. Elegir sabiamente a los amigos.
Las personas felices se rodean de gente positiva, que comparten sus valores y objetivos. Los amigos que tienen tu misma ética te ayudan a cumplir tus sueños y están ahí para ayudarte cuando haga falta.

3. Saber ser considerados.
Aceptar a los demás por lo que son, sin tratar de cambiar a la otra persona. E intentar alegrar el día a los que están a tu lado.

4. Aprender continuamente.
Tratar de aprender nuevas cosas que resultan interesantes es un hábito muy recomendable.

5. Usar la creatividad para resolver problemas.
En lugar de ver los obstáculos como grandes problemas, tomarlos como una oportunidad para hacer un cambio positivo, sin dejar que afecten al estado de ánimo. 

6. Hacer lo que te gusta.
Es importante elegir una profesión que te guste. Y tomarte un tiempo para disfrutar de las aficiones y hacer lo que te apasione.



7. Disfrutar de la vida.
Las personas felices sacan tiempo para oler las rosas, ver una puesta de sol o un amanecer, dar un paseo, caminar… Saber vivir en el presente, en lugar del pasado o el futuro.

8. Reír.
La gente más feliz ríe a menudo, incluso de sí mismos. Es posible usar el buen humor en casi cualquier situación.

9. Saber perdonar.
Las personas felices saben que guardar rencor hace daño, y saben perdonar a los demás con más facilidad. 

10. Ser personas agradecidas.
Desarrollar una actitud de gratitud es un hábito común entre las personas felices. Tomarse tiempo para agradecer es importante.

11. Cultivar las relaciones.
Cuidar y cultivar sus relaciones con la familia y los amigos es un hábito fundamental. 

12. Mantener la palabra.
La honestidad es la mejor política de las personas felices. Toda acción y decisión debe basarse en la honestidad y la coherencia personal.

13. Meditar.
La meditación ayuda a relajarse. Hay distintos tipos de meditación y dedicarle un tiempo cada día es una buena costumbre.

14. No pensar en el “qué dirán”.
Las personas felices se concentran en sus vidas y no se preocupan demasiado por lo que otras personas están haciendo o diciendo. 

15. Ser optimista.
Las personas felices siempre ven el vaso medio lleno, encuentran el lado positivo a cualquier situación. Todo sucede por alguna razón, aunque no siempre se puede saber cuál es. 

16. Amar incondicionalmente.
Aceptar a los demás por lo que son. Aunque no siempre gusten las acciones de los seres queridos, las personas felices nunca dejan de estimarlos.

17. Ser perseverantes.
Enfrentar cada nuevo reto con la actitud de que se está más cerca de la meta. No dejar de perseguir aquello que se anhela.

18. Ser proactivos.
Aceptar lo que no se puede cambiar. Hay que saber reconocer las propias limitaciones y obrar en consecuencia.

19. Saber cuidarse.
Cuidar la mente, el cuerpo y el espíritu. Llevar una dieta sana y equilibrada.

20. Tener confianza en uno mismo.
No tratar de ser alguien que no eres en realidad. Hay que hacer las cosas lo mejor que se sabe.

21. Asumir la responsabilidades. 
Reconocer aciertos y errores con humildad y honestidad proporciona una gran ayuda y paz interior. 



martes, 5 de agosto de 2014

Camino de Santiago 2014 (y 2)

¡Siga la dirección!
En O Cebreiro nos informan de que se cumplen 800 años de la peregrinación que hizo San Francisco de Asís a Santiago de Compostela.

Con este motivo, la Orden Franciscana ha elaborado una compostela franciscana que podemos recoger al llegar, lo que añade un aliciente más para ir completando los sellos de la credencial que acreditan que hemos ido caminando hasta Santiago.

El espíritu del peregrino está muy bien recogido en esta oración que hemos visto, inspirada en las palabras de San Pablo:

Santiago Apóstol

Aunque hubiera compartido todos mis bienes con gentes de otra lengua y cultura,
hecho amistad con peregrinos de mil senderos
o compartido albergue con santos y príncipes,
si no soy capaz de perdonar mañana a mi vecino,
no he llegado a ningún sitio.

Aunque hubiera cargado mi mochila de principio a fin
y esperado por cada peregrino necesitado de ánimo,
o cedido mi cama a quien llegó después,
y regalado mi botellín de agua a cambio de nada,
si de regreso a mi casa y mi trabajo no soy capaz
de crear fraternidad y poner alegría, paz y unidad,
no he llegado a ningún sitio. 


 

Botafumeiro
Aunque hubiera visto todos los monumentos
y contemplado las mejores puestas de sol;
Aunque hubiera aprendido un saludo en cada idioma,
o probado el agua limpia de todas las fuentes,
si no he descubierto quién es autor
de tanta belleza gratuita y de tanta paz
no he llegado a ningún sitio. 


Si a partir de hoy no sigo caminando en tus caminos,
buscando y viviendo según lo aprendido;
Si a partir de hoy no veo en cada persona,
amigo y enemigo, un compañero de camino;
Si a partir de hoy no reconozco a Dios,
como el único Dios de mi vida,
no he llegado a ningún sitio.




Monasterio de Samos
Iglesia de San Nicolás. Portomarín

Otro lugar emblemático del Camino es el Monasterio de Samos, bajo la advocación de San Julián. 

Sus orígenes se remontan al siglo VI, y desde que las peregrinaciones a Santiago se iniciaron en el siglo X ha sido siempre un lugar de acogida y descanso, siendo proverbial su hospitalidad.


Lavacolla
Aprovechando el tiempo...

Y paso a paso, casi sin darnos cuenta, aunque un poco cansados, nos vamos acercando a nuestro destino: Santiago de Compostela. 
Un pequeño descanso
En el Monte del Gozo



La última etapa se nos hace un poco larga: son casi 40 km que a estas alturas de la ruta ya se dejan notar. Así que una vez descansados en el Monte del Gozo nos animamos para llegar esa misma tarde a nuestro objetivo.

En la Plaza del Obradoiro
Al entrar en la Plaza del Obradoiro nos encontramos con las torres de la catedral en restauración, pero la alegría de haber concluido nuestra peregrinación nos invade y hace que desaparezca el cansancio acumulado.

Y ya con la compostela en nuestra mano (la de Santiago y la franciscana) nos vamos a cenar y a descansar recordando una frase que hemos visto durante estos días: El fin del Camino es el principio de uno nuevo, frase certera que nos hace meditar en el regreso a nuestras casas...

¡Por fin!: Compostela conseguida

Camino de Santiago (1)

La Historia de la Semana